martes, 30 de noviembre de 2010

¿Qué es el Adviento?


Tiempo de Adviento y Navidad                                        
Refrescando nuestra memoria
¿Qué es el adviento?
El año eclesiástico, es decir, la forma en que la iglesia ha decidido marcar sus épocas y sus festividades se inicia con Adviento, comenzando el 4º domingo anterior al día de Navidad. 
¿Qué ha significado el Adviento para la vida de la Iglesia Cristiana y que puede significar para nosotros, hoy?
Hay dos periodos de preparación en el año eclesiástico; Cuaresma, es uno; es el periodo en el cual los cristianos se preparan para celebrar la gran festividad de la Pascua. El otro período de preparación es el de Adviento. Es la época cuando los cristianos en todo el mundo se preparan para la celebración de la Navidad, el nacimiento del Hijo de Dios.
La palabra adviento significa venida, y se refiere a la venida de Cristo como Salvador.
Nosotros y nosotras conmemoramos esa venida cada año.
En adviento recordamos el largo período de espera antes que Cristo viniera a nacer en un pesebre para salvar al mundo.
Durante siglos el pueblo judío había estado anhelando un salvador. En sus primeros días, Dios les había buscado cuando eran peregrinos sobre la tierra y les había llamado para que fueran su pueblo, prometiéndoles ser su Dios. Y ellos le siguieron, aunque no por mucho tiempo, ni muy bien. Por mucho tiempo ciertos hombres reinaron y condujeron al pueblo con intención  de mostrar “los caminos de Dios” pero según cuenta el Antiguo Testamento – “Hicieron lo malo delante de los ojos del Señor” – de manera que el pueblo fue entregado a sus enemigos y otra vez se convirtieron en un pueblo errante y disperso.
Pero en este pueblo, nació una nueva esperanza, que Dios los salvaría otra vez y para siempre.
Esta nueva esperanza se aferró a los corazones de los judíos. Gradualmente asumió tal importancia en sus vidas, que se convirtió en una parte esencial de su fe en Dios, Dios habría de enviarles un salvador, un Mesías prometido.... Y Él vino, no como un rey, ni como un ángel en una carroza, sino como un débil niño que se convertiría luego en un maestro que iría de pueblo en pueblo proclamando las buenas nuevas.
Y así Jesús sorprendió a aquellos que le esperaban.
En Adviento, recordamos que nosotros y nosotras seguimos aguardando su venida. Y cuando en medio del Adviento, nos encontramos con Él mientras le esperamos, comprendemos que también nos ha tomado por sorpresa.
Nos sorprende con sus promesas, cuando las recordamos:
para ser más llevaderas nuestras cargas...
para mostrarnos el camino del amor....
para darnos la paz que el mundo no nos puede dar.
Nos sorprende con la pureza y la sencillez de su vida, cuando recordamos:
su nacimiento humilde...
su amor para con todos...
su defensa por los desheredados...
su comprensión por aquellos que se creían juntos...
Nos sorprende también, con sus demandas, cuando nos permitimos escucharle:
su demanda que amemos a todas las personas... su demanda que tratemos de ser perfectos/as, como lo es el Padre...
su demanda cuando no somos solidarios...
Sí. Él viene todavía. Y viene a nosotros y a nosotras con sorpresas. Sí. En Adviento esperamos.
Esperamos: recordando a aquellos que esperaron antes que nosotros, aquellos que no estaban preparados para recibir a un rey que nació en un establo.
Esperamos: rogando a Él que venga a nuestras vidas, que nos sorprenda con sus caminos.
Esperamos: sabiendo que todavía no ha llegado al fin y orando para que Cristo, llegando a su tiempo, gane el mundo para su amor.

En cuanto a su práctica, hay testimonio de que el Adviento se practico en algunas comunidades monásticas primitivas, aunque los testimonios son variados en lo que concierne a su duración y a las formas que implicaba. En algunos casos parece que se tomaba como una segunda cuaresma, pues duraba cuarenta días y se practicaba el ayuno y otras formas de austeridad para estimular la reflexión y la devoción.
El Adviento es un tiempo de vigilia y espera en el cual nos preparamos para la “venida” o “llegada” (del latín Adventus) del Señor. Es un tiempo lleno de expectativa que nos predispone a abrir nuestro corazón y nuestra mente a la manifestación del Señor en la comunidad y en la vida.
Para caminar juntos y acompañarnos mutuamente en este tiempo especial, seguiremos los textos del libro de Isaías propuestos en el leccionario. Estos pasajes evocan un clima de alegría y expectativa que se recrea en el tiempo de Adviento: la esperanza en un descendiente de David que gobierne con sabiduría y justicia (Is 11:1-10), la alegría de los salvados que regresan (Is 35:1-10), la señal del niño “Emanuel” (Is 7:10-16), el niño enaltecido y la alegría de la liberación (Is 9:2-7), el anuncio de salvación y la preparación para ponerse en marcha (Is 52:7-10), la evocación de la memoria histórica del pueblo de Israel y la misericordia manifiesta de Dios (Is 63:7-9). La mayoría de los pasajes son precisamente aquellos que han sido leídos tradicionalmente por la iglesia cristiana a la luz del Evangelio y de la persona de Jesús.
El nombre de Isaías en hebreo significa “Dios salva” y esto ya ofrece una primera orientación del mensaje y del programa que se propone para este tiempo de adviento y navidad.
LA IGLESIA DEBE ESTAR PREPARADA
Considerando la misión de nuestras iglesias y la situación en la que nos toca actuar hoy, y recuperando nuevamente el significado del Adviento y la Navidad, pensemos una celebración integral que contemple y coordine tres aspectos de nuestra realidad:
La Congregación:
Congregación es el pueblo que Dios reúne en un lugar determinado. Por lo tanto, como pueblo de Dios la Navidad tiene un significado muy especial. Es importante prepararse en espíritu y mente para celebrar esta fecha. Reunirse grandes y chicos, en adoración, buscando la voluntad de Dios para nuestras vidas y nuestros actos, en gratitud y alabanza.
La Comunidad:
La Navidad ha llegado a ser una fiesta popular. En todos lados se celebra. No es posible planear la Navidad sin considerar el significado que tiene para la comunidad ¿Cómo llevar el mensaje de Dios encarnado a los vecinos? ¿Cómo competir con la fuerza comercial para dar un sentido más profundo a la época? ¿Cómo ser presencia y testimonio?
La Familia:
Hay muchos factores que dividen la familia. Cada uno tiene sus propios intereses. De alguna manera, la Navidad es una fecha que se celebra en la mayoría de los hogares ¿Cómo acompañar a las familias que estén pasando por momentos críticos o de aflicción? ¿Cómo ayudarles a formar tradiciones significativas (o enriquecer las que ya tienen)?


PLANIFICANDO EN TRES DIMENSIONES

Objetivos

Congregación:
-  Reunir al pueblo de Dios en adoración es este tiempo de espera.
-  Celebrar el hecho de la encarnación de Dios en Jesucristo.

Comunitario:
-     Dar testimonio del significado de Adviento y de la Navidad.
-     Ser presencia de Jesucristo en la comunidad.

Familiar:
-       Acompañar a las familias a descubrir un sentido más profundo de la Navidad.
-       Acompañar en la reconciliación y recuperación de relaciones fraccionadas. 

Formas

Cultos de Adoración
28 de noviembre, Primer domingo de Adviento, Ciclo A (Morado) / Salmo 122; Isaías 2:1-5; Romanos 13:11-14; Mateo 24:36-44

5 de diciembre, Segundo Domingo de Adviento (Morado) / Salmo 72:1-7, 18-19; Isaías 11:1-10; Romanos 15:4-13; Mateo 3:1-12

12 de diciembre, Tercer Domingo de Adviento (Morado) / Salmo 146:4-9 o Lucas 1:47-55; Isaías 35:1-10; Santiago 5:7-10; Mateo 11:2-11

19 de diciembre, Cuarto Domingo de Adviento (Morado) / Salmo 80:1-7, 16-18; Isaías 7:10-16; Romanos 1:1-7; Mateo 1:18-25

Culto Navideño:


Sábado 25 de diciembre, “Navidad” (Blanco) / Matutino: Salmo 97; Isaías 62:6-12; Tito 3:4-7; Lucas 2:1-20.
Vespertino: Salmo 98; Isaías 52:7-10; Hebreos 1:1-4 (5-12); Juan 1:1-14.


Música: coros, conjuntos musicales, grabaciones, etc.

Teatro: dramatizaciones, teatro leído, creación de obras, interpretaciones.

Títeres: confección interpretación.

Artesanías y plásticas: dibujos, manualidades.

Exposiciones – visitas – boletines – reuniones comunitarias.

Cultos hogareños.

Sugerencias navideñas en boletines, comidas, adornos, ambientación.

Visitas entre familias y/o entre familiares.

Sugerencias para la celebración de la Noche Buena.

Viernes 24 de diciembre, “Nochebuena” (Blanco) / Salmo 96; Isaías 9:2-7; Tito 2;11-14; Lucas 2:1-14, 15-20

El libro del profeta Isaías
Desde tiempos muy antiguos se ha asignado al tiempo del adviento la lectura casi diaria del profeta Isaías, cuyas páginas más significativas son proclamadas en estos días, como palabras permanentes de esperanza y de consuelo para todos los hombres. El libro de Isaías es una de las obras más ricas y bellas de toda la Biblia a nivel literario y teológico. Además, siendo el libro del Antiguo Testamento más citado en el Nuevo, es uno de los más conocidos de la literatura profética. Sin embargo, este libro, más que una sola obra, es una colección de escritos de diversos siglos y de diversos autores que los estudiosos han dividido en tres grandes partes: el Primer Isaías, que abarca Is 1-39 y proviene seguramente del profeta Isaías que vivió en el s. VIII a.C. en Jerusalén; el Segundo Isaías corresponde a Is 40-55 y fue escrito por un profeta anónimo en tiempos del exilio, hacia el s. VII a.C.; y el Tercer Isaías es obra de uno o varios profetas anónimos posteriores al exilio, hacia el s. VI a.C., y está compuesto por Is 56-66. En el tiempo del adviento leeremos textos de las tres partes de Isaías y es importante saberlos situar en su momentos histórico. A continuación vamos a referirnos a la época de cada una y a los textos del adviento más significativos.
1.1 El Primer Isaías (Is 1-39).
Esta primera sección del libro se atribuye al profeta Isaías que vivió en Jerusalén en el s. VIII a.C. Esta fue una época marcada por el expansionismo militar y político de las grandes potencias internacionales que trajo consecuencias catastróficas tanto para el Reino del Norte (Israel), que cayó en el 722 bajo el poder del ejército asirio, como para el Reino del Sur (Judá), que sufrió constantemente ataques y asedios militares y tuvo que someterse políticamente a Asiria en el 701. Por tanto, fue una época de inestabilidad y de miedo. Al interior del país creció el abuso de las clases altas, produciendo escandalosas diferencias sociales e injusticias. Isaías proclamó la necesidad y la importancia de la fe en una situación de tanta inseguridad: para él la fe en el Señor excluye todo temor, y al mismo rey le aseguró la fidelidad del Señor para mantener la continuidad de la dinastía davídica en momentos críticos para el país (cf. Is 7,7-9; 30,1-5; 31,1-3); también denunció como contrarios al plan del Santo de Israel (Is 5,12.19) la corrupción, la explotación de los pobres y el culto hipócrita que buscaba justificar los abusos (Is 1,10-20).
Los textos que leemos del Primer Isaías en el adviento tienen que ver con la esperanza mesiánica y la confianza en Dios (Is 2,1-5; 4,2-6; 11,1-10; 25,6-10; 26,1-6; 29,17-24; 30,19-21.23-26). Isaías nos invita a soñar y a esperar. Esta es la función de Is 2,1-5 al inicio del adviento una impresionante peregrinación de todos los pueblos hacia el monte del Señor en Jerusalén, de donde brotan la enseñanza (torah) y la palabra de Dios (Is 2,3), para dejarse enseñar por él. El resultado es el desarme y la paz universal ya que todos los hombres han hecho coincidir sus propios proyectos con los caminos del Señor. El adviento nos enseña a esperar y a preparar este sueño de paz y de fraternidad en el que Dios es el único “juez de las naciones y árbitro de pueblos numerosos” (Is 2,4). Pero Isaías no es un soñador superficial, él sabe que para que los sueños sean realidad exigen nuestro compromiso. Y por eso habla de la necesidad de una “purificación”. El sueño será realidad “cuando el Señor lave la mancha de las mujeres de Sión y limpie en Jerusalén la sangre derramada con viento justiciero, con viento ardiente (Is 4,4). Es consolador saber que Dios está en medio de su pueblo dispuesto a prepararlo, a cambiarlo, a condición de que el pueblo se disponga dócilmente con humilde fe y confianza. La obra de Dios alcanza horizontes infinitos con la aparición del Mesías, que trae la paz universal y la justicia para los pobres (Is 11,1-10). Al final de la historia se describe un espléndido banquete, en el que se celebra el triunfo definitivo de la vida, porque Dios ha destruido todo lo que hacía llorar y sufrir a los hombres (Is 25,6-10). Isaías invitará constantemente a la confianza porque Dios está siempre llegando para salvar a los humildes que se abandonan a su amor, “al pueblo justo que se ha mantenido fiel, que mantiene la paz porque ha puesto su confianza en ti” (Is 26,3).
1.2 El Segundo Isaías (Is 40-55)
Esta segunda sección del libro es obra de un profeta anónimo que vivió en el tiempo más duro y más trágico de la historia del pueblo de la Biblia: en la época en que Israel fue llevado al exilio a Babilonia, después de perder su tierra, su monarquía, su Templo, sus tradiciones, etc. En los capítulos 40-48 anuncia a los desterrados la liberación del dominio de Babilonia, mientras que en los capítulos 49-55 parece dirigirse al segundo grupo de los que regresan a la patria y emprenden la reconstrucción de Israel.
Los textos que leemos del Segundo Isaías en el adviento tienen como temática el consuelo y la esperanza en la acción de Dios que puede crear todo de nuevo (Is 40,1-11. 25-31; 41,13-20; 48-17-19). El oráculo con que se abre el libro (Is 40,1-11) es una invitación a contemplar y gustar la bondad del Señor: “¡Consolad, consolad a mi pueblo!” (Is 40,1). Todos tenemos necesidad del consuelo y debemos creer que Dios llega y que podemos ser consolados por su bondad. En el lenguaje bíblico, “consolar” no significa simplemente “compadecerse”, sino cambiar una situación de dolor y de muerte en otra de esperanza y de vida. El pueblo está todavía en el exilio y el profeta lo invita a creer en el Dios que ha perdonado su culpa (Is 40,2) y que viene a salvarlo: “¡aquí está tu Dios, aquí está el Señor que viene con poder!” (Is 40,10). Solamente hay que preparar un camino para que Dios llegue (Is 40,3) y para que el pueblo regrese a su tierra, cargado amorosamente por Dios y delicadamente conducido hacia su tierra (Is 40, 11). El retorno a Jerusalén se hará en el desierto, pero ahora como camino triunfal que no conoce senderos torcidos ni caminos peligrosos, ya que el Señor es el pastor que va guiando a su pueblo, pues “apacienta como un pastor a su rebaño y amorosamente lo reúne, y lleva en sus brazos los corderos” (Is 40,11). Como en el éxodo de Egipto el Señor recorre el camino del desierto con su pueblo y es su guía hacia la salvación. El Señor, “Dios eterno” (Is 43,28), es un Dios de misericordia que “no se cansa, no se fatiga, su inteligencia es inescrutable” (Is 40,28), que ama infinitamente a su pueblo y lo invita constantemente a no tener miedo: “Yo, el Señor tu Dios, sostengo tu brazo y te digo: No temas, yo mismo te auxilio” (Is 41, 13), “No temas, gusanito de Jacob... yo te auxilio” (Is 41, 14). Basta que el pueblo esté dispuesto a acoger su palabra y a obedecerlo: “Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo, el Señor, tu Dios, te instruyo por tu bien, te marco el camino a seguir. ¡Ojalá hubieras atendido mis mandatos! Tu bienestar sería como un río; tu prosperidad como las olas del mar...” (Is 48,17).
1.3. El Tercer Isaías (Is 56-66)
Todo hace indicar que esta parte de Isaías hay que situarla después del exilio, cuando gran parte del pueblo había vuelto a Israel, aunque no es fácil especificar una fecha precisa. La situación que se vive es difícil. Las promesas del Segundo Isaías parecían irrealizables, aun cuando el exilio había ya terminado; las dificultades para reconstruir el Templo y la ciudad eran muchas; a la mayoría le parecía imposible poder restablecer las condiciones de una vida social, política y económica decentes. Este profeta intenta invitar al pueblo a confiar de nuevo en la palabra del Señor que no puede fallar (Is 66,5), ya que se ha comprometido con los suyos a través de una alianza (Is 59,21) confirmada en la historia (Is 63,7-9). El Señor es siempre el mismo y no se ha vuelto incapaz de ayudar a los que se dirigen a él con confianza (Is 59,1). En este contexto hay que leer las entusiastas descripciones de Jerusalén presentada como capital ideal del nuevo reino y centro del mundo hacia el cual se dirigen todos los pueblos (Is cap. 60-62; 65,16-25; 66,10-14). El motivo de esta grandeza futura de la ciudad santa es la presencia del Señor que ilumina y envuelve con amor al pueblo que ha salvado (Is 60,1.19-22; 62,11-12).
En el tiempo de adviento leemos algunos textos de este profeta para reanimar nuestra confianza en el Señor en medio de las dificultades de la historia, ya que él viene a liberar a su pueblo y a colmarlo de gozo (Is 61,1-11; cap. 63,16-64,7). En el resuena la voz entusiasta de este profeta como un verdadero “evangelio” para los pobres, esperanza para los enfermos y anuncio de liberación para los esclavos y los prisioneros: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena nueva a los pobres, a sanar a los de corazón destrozado, a proclamar la liberación de los cautivos y a los prisioneros la libertad” (Is 61,1-2). Como un heraldo en ocasión de la celebración hebrea del jubileo, así el profeta anuncia la liberación, la consolación y la paz para la entera comunidad de Israel. Es “el año de la misericordia del Señor” (Is 61,2), el jubileo perfecto y definitivo en que se restablece un mundo nuevo basado en nuevas relaciones entre los hombres. También se cambian las relaciones entre Dios y el hombre pues el Señor está dispuesto a celebrar con su pueblo un matrimonio de amor que no acabará jamás. El pueblo es “como novia que se adorna con sus joyas” (Is 61,10), a quien Dios da “un vestido”, como signo de protección y especial amor: “me vistió con un traje de salvación” y me cubrió con un manto de liberación” (Is 61,10). Serán transformadas también las relaciones entre la humanidad y el cosmos entero, ya que Dios hará surgir una naturaleza fértil y generosa y una sociedad justa y creyente: “Pues como la tierra echa sus brotes y un huerto hace germinar la semilla, así el Señor hará germinar la liberación y la alabanza ante todos los pueblos” (Is 61,11).
En  Is 63-64 el profeta recuerda las múltiples intervenciones salvadoras de Dios en el pasado despreciadas por el hombre a causa de su rebeldía y de su pecado (Is 63,7-14; 64,1-6) y que han llevado ahora a la situación dolorosa y dramática de silencio de Dios que parece haber olvidado a los suyos: “¡Permanecerás insensible ante todo esto? ¡Seguirás callado, Señor para humillarnos hasta el extremo?” (Is 64,11). El pueblo suplica ardientemente: “¡ojalá rasgaras el cielo y descendieras!” (Is 63,19), sabe que el Señor al final lo salvará (64,4) pues es el Padre del pueblo, el alfarero que lo ha creado (63,16; 64,7), que no volverá a recordar las culpas de Israel arrepentido (64,4-5.8) pues ama a los suyos con amor eterno (63,15.17).










LECTURAS PARA EL USO DE ESTE MANUAL DE ADVIENTO Y NAVIDAD:
·         28 de noviembre, Primer domingo de Adviento, Ciclo A (Morado) / Isaías2:1-5; Salmo 122; Mateo 24:36 - 44 - ESPERANZA – VELA VERDE.

·         5 de diciembre, Segundo Domingo de Adviento (Morado) / Isaías 11:1-10; Salmo 72:1-7, 18-19; Romanos 15:4-13; Mateo 3:11b -12 – JUSTICIA – VELA AZUL.

·         12 de diciembre, Tercer Domingo de Adviento (Morado) / Isaías 35:1-10; Salmo 146:5-10; Santiago 5:7-10; Mateo 11:2-6 – GOZO – VELA AMARILLA.

·         19 de diciembre, Cuarto Domingo de Adviento (Morado) / Isaías 7:10 - 16; Romanos 1:1-7; Mateo 1:18-25 – AMOR – VELA ROJA.

CULTO NAVIDEÑO:

·         Sábado 25 de diciembre, “Navidad” (Blanco) / Matutino: Salmo 97; Isaías 62:6-12; Tito 3:4-7; Lucas 2:1-20.
Vespertino: Salmo 98; Isaías 52:7-10; Hebreos 1:1-4 (5-12); Juan 1:1-14 – PAZ – VELA BLANCA.



sábado, 27 de noviembre de 2010

Comentarios sobre Adviento


1er. Domingo de Adviento
Terna 1: "Viviendo la Esperanza”
Isaías 2: 1-5
'Estos son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén: 2En los últimos tiempos quedará afirmado el monte donde se halla el templo del Señor. Será el monte más alto, más alto que cualquier otro monte. Todas las naciones vendrán a él; 3pueblos numerosos llegarán, diciendo “Vengan subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y
Podamos andar por sus senderos". Porque de Sión saldrá la enseñanza del Señor, de Jerusalén vendrá su palabra. 4El Señor juzgará entre las naciones y decidirá los pleitos de pueblos numerosos. Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra. 5iVamos, pueblo de Jacob, caminemos a la luz del Señor!
Salmo 122
1iQué alegría cuando me dicen: "Vamos al templo del Señor"! 2 Jerusalén, iya estamos dentro de tus puertas!
3 Jerusalén, ciudad construida para que en ella se reúna la comunidad. 4A ella vienen las tribus del Señor para alabar su nombre, como se le ordenó a Israel. 5En ella están los tribunales de justicia, los tribunales de la casa real de David. 6Digan ustedes de corazón: "Que haya paz en ti, Jerusalén; que vivan tranquilos los que te aman.
7 Que haya paz en tus murallas; que haya seguridad en tus palacios." 8 y ahora, por mis hermanos y amigos diré: "Que haya paz en ti. "Por el templo del Señor nuestro Dios, procuraré tu bien".
Romanos 13: 11 -14
"En todo esto tengan en cuenta el tiempo en que vivimos, y sepan que ya es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al principio, cuando creímos en el mensaje. "Le noche está muy avanzada, y se acerca el día; por eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura. 13 Actuemos con decencia, como en pleno día. No andemos en banquetes y borracheras, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias. 14AI contrario, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana.

Mateo 24:36-44
36"En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.
37"Como sucedió en tiempos de Noé, así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. 38En aquellos tiempos antes del diluvio, y hasta el día en que Noé entró en la barca, la gente comía y bebía y se casaba. "Pero cuando menos lo esperaban, vino el diluvio y se los llevó a todos. Así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. 4°En aquel momento, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado. 41De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra será dejada. 42"Manténganse ustedes despiertos, porque no saben qué día va a venir su Señor. "Pero sepan esto, que si el dueño de una casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. 44Por eso, ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.


COMENTARIO

Los textos bíblicos de este primer domingo de Adviento nos invitan a prepararnos para participar
adecuadamente de esta celebración y vivir con verdadero sentido cristiano la primera venida del Verbo hecho carne (Jesucristo).
Se abre este tiempo de Adviento con la visión del profeta Isaías (2,.1-5) que deja a entrever la turbulencia política, económica, social y religiosa de la época que le tocó vivir. La voz del profeta, de algún modo, despertó en el pueblo de Israel, la esperanza de tiempos nuevos y mejores. Todos los pueblos tendrán como lugar de encuentro con Dios, el monte del Señor; es decir, el templo de Jerusalén. Ya no será necesario que cada pueblo construya lugares o templos distintos. La figura del templo de Jerusalén sirve al profeta para trabajar la idea de la paternidad universal de Dios que no excluye a ningún pueblo, y que ama a todos con entrañas de misericordia (vv. 1-40).
El texto del evangelio de Mateo presenta el "discurso escatológico" de Jesús. Se trata de una colección de dichos y sentencias de Jesús referentes a su segunda venida. Jesús enseña que su presencia es confirmación y realización de las promesas de salvación de su Padre, pero también indica que dicha salvación
tiene que dar frutos en la vida de sus seguidores, y que en ese empeño deben permanecer hasta que él vuelva. No se trata por lo tanto de ser conscientes de que ya hemos recibido el don de la salvación. Con este conocimiento y esta convicción se inicia el camino lento y, a veces difícil para el cristiano, de
mantenerse en guardia, y manifestar en su vida, los signos de haber sido salvados por Jesús.
Jesús, que conoce profundamente la mentalidad de su pueblo, previene a sus seguidores para que no repitan las mismas actitudes de la gente en tiempo de Noé. El pueblo se confió demasiado sintiéndose depositario de las promesas de Dios; saberse pueblo de la elección y de la alianza lo inflaron tal vez mucho, no brindando los frutos que dicho don implica. Del mismo modo, Jesús quiere que sus seguidores estén atentos y vigilantes para que no caigan en la misma tentación. Su segunda venida será primordialmente para recoger esos frutos propios de quienes viven y sienten en sus propias vidas los efectos reales de la salvación.
CONTEXTUALIZANDO
Todas las lecturas de hoy, nos motivan para que revisemos nuestra actitud frente a la virtud de la esperanza, y al mismo tiempo nos previene contra aquella actitud de una simple "espera". En la espera no necesariamente tenemos que poner nuestras energías o esfuerzos personales, pues lo que generalmente esperamos son personas o cosas que se pueden dar o no, lo cual casi nunca depende de nosotros. La esperanza por el contrario, implica todo nuestro empeño, en creer que lo prometido será realidad. Estamos seguros desde nuestra fe que el objeto de nuestra esperanza se concretará, y que mientras el/o sucede,
debemos estar en una actitud de preparación para celebrar con regocijo, la venida del Señor.
Queda pues abierto el panorama de nuestra esperanza desde este primer domingo de Adviento, y queda abierta la pregunta sobre la calidad de nuestra esperanza y el sentido que le damos en el ambiente donde interactuamos.

DESAFIOS PARA HACER
Hagamos un examen personal sobre las implicaciones de la espera y de la esperanza, y propongamos
aplicaciones concretas en el quehacer de nuestra vida diaria. El profeta Isaías nos invita a soñar en una época nueva, pero implícitamente nos exige cambios que muestren signos de esperanza, ¿cuáles son los signos prácticos de esperanza en nuestros barrios y comunidades? Hablemos también de situaciones
desesperanzadoras: ¿cómo las asumimos? ¿Cómo las desenmascaramos y cómo las erradicamos poco a poco a través de nuestra tarea profética y comunitaria?

ORACIONES
• Para que en todo lugar despertemos llenos de gozo y de esperanza a la luz de un nuevo día iluminados por la luz de Cristo. iLlénanos de esperanza, Señor!.
• Por todos aquel/os(as) que viven y experimentan la desesperanza, para que contemplando en nosotros(as) las actitudes de una esperanza firme, lleguen también a experimentar el gozo del evangelio. iLlénanos de esperanza, Señor!.
• Por todos nosotros(as) para que sepamos mantener la actitud de vigilancia esperando activamente tu
regreso. iLlénanos de esperanza, Señor!.
• Por nuestra comunidad de hermanos(as), para que cada día seamos más fiel a la vocación de ser signo de esperanza entre los hombres y mujeres que están alrededor nuestro. iLlénanos de esperanza, Señor!.
ORACIÓN COMUNITARIA
Padre de bondad y de amor, tú nos has prometido una vida llena de felicidad. Aumenta en nosotros la fe y haz que animados por la esperanza de recibir lo prometido, sepamos mantenernos siempre activos y dispuestos a trabajar contigo en el cumplimiento de tus promesas. Nosotros te lo pedimos por Jesús, hijo tuyo, nuestro hermano y maestro.  




2do. Domingo de Adviento
Terna II: "Practicando la Justicia"
Isaías 11: 1-10
1 De ese tronco que es Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces.
2 EI espíritu del Señor estará continuamente sobre él, y le dará sabiduría, inteligencia, prudencia, fuerza, conocimiento y temor del Señor.
3 ÉI no juzgará por la sola apariencia, ni dará su sentencia fundándose en rumores.
4Juzgará con justicia a los débiles y defenderá los derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán como una vara para castigar al violento, y con el soplo de su boca hará morir al malvado. 5 Siempre irá revestido de justicia y verdad. "Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno aliado del otro,
y se dejarán guiar por un niño pequeño. 7 La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas. El león comerá pasto, como el buey. 8EI niño podrá jugar en el hoyo de la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora. 9En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor llenará todo el país. "En ese tiempo el retoño de esta raíz que es Jesé se levantará como una señal para los pueblos; las naciones irán en su busca, y el sitio en que esté será glorioso.
Salmo 72:1-7, 18-19
1 Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, 2  para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres.  3 0frezcan las montañas y los cerros paz y rectitud al pueblo. 4 iQue haga justicia el rey a los pobres! iQue salve a los hijos de los necesitados y  aplaste a los explotadores! 5 iQue tenga el rey temor de ti por siempre, mientras el sol y la luna existan! 6 iQue sea como la lluvia y el rocío que riegan la tierra y los pastos! 7 iQue abunden la paz y la rectitud en los dos de su reinado, hasta que la luna deje de existir! 18 Bendito Sea Dios, Señor y Dios de Israel, el único que hace grandes cosas;  19 bendito sea por siempre su glorioso nombre. iQue toda la tierra se llene de su gloria! iAmén!
Romanos 15:4-13
4 Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra instrucción, para que con constancia y con el consuelo que de ellas recibimos, tengamos esperanza. 5 y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, 6 para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 7 Así pues, acéptense los unos a los otros, como también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios. 8 Puedo decirles que Cristo vino a servir a los judíos para cumplir las promesas hechas a nuestros antepasados y demostrar así que Dios es fiel a lo que promete. 9 Vino también para que los no judíos alaben a Dios por su misericordia, según dice la Escritura: "Por eso te alabaré entre las naciones y cantaré himnos a tu nombre 10 En otra parte, la Escritura dice: "iAlégrense, naciones, con el pueblo de Dios!"  11 y en otro lugar dice: "Naciones y pueblos todos, ialaben al Señor!" 12 Isaias también escribió: "Brotará la raíz de Jesé, que se levantará para gobernar a las naciones, las cuales pondrán en él su esperanza." 13 Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Mateo 3:1-12
1 Por aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. 2 En su proclamación decía: "iVuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!" 3 Juan era aquel de quien Dios había dicho por medio del profeta Isaías: "Una voz grita en el desierto: 'Preparen el camino del Señor; ábranle un camino recto.' " 4 La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; su comida era langostas y miel del monte. 5 La gente de Jerusalén y todos los de la región de Judea y de la región cercana al Jordán salían a oírle. 6 Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán. 7 pero cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: "iRaza de víboras! ¿Quién les ha dicho a ustedes que van a librarse del terrible castigo que se acerca? 8 Pórtense de tal modo que se vea claramente que se han vuelto al Señor, 9 y no presuman diciéndose a sí mismos: 'Nosotros somos descendientes de Abraham': porque les aseguro que incluso a estas piedras Dios puede convertirlas en descendientes de Abraham. 10 El hacha ya está lista para cortar los árboles de raíz. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego. 11Yo, en verdad, los bautizo con agua para invitarlos a que se vuelvan a Dios; pero el que viene después de mí los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco llevarle sus sandalias. 12 Trae su pala en la mano y limpiará el trigo y lo separará de la paja. Guardará su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará."
COMENTARIO

El Evangelio nos presenta al profeta  Juan el Bautista en plena actividad: toca con sus palabras y su estilo de vida, las fibras más íntimas de la sociedad de su tiempo. Juan encarna en su persona a los profetas clásicos del Antiguo Testamento, totalmente en contraste con la gente que andaba preocupada por su apariencia externa.
El Evangelio describe en el profeta una figura casi extraña, para muchos vulgar por su vestimenta y su dieta alimentaria. Sus palabras resuenan desde el desierto, pero tienen impacto en la capital; desde allí se desplazan fariseos y saduceos para escucharlo. Ellos son, los representantes de la sociedad judía. Los primeros encarnan el ideal del judaísmo a través de la rigurosa práctica de la ley. Los otros encarnan la opulencia, la autosuficiencia; están convencidos de que sus riquezas y bienes son producto de la "bendición de Dios". Todo Israel escucha a Juan, pues también están allí
los pobres, los que no viven en la capital ni poseen fortuna, pero al fin y al cabo ansiosos por escuchar al profeta.
La propuesta de Juan es clara: no basta saber y proclamar que se es hijo de Abrahán; eso es accidental, también de las piedras Dios puede hacer hijos de Abrahán. Por más hijos que se sientan de la promesa y de la bendición, la conversión es estrictamente necesaria; no valen la apariencia ni la autosuficiencia. Aunque se crean árboles frondosos, lo mismo serán talados si no dan los frutos que la Palabra de Dios exige.


La exigencia de los frutos la comienza Juan con su bautismo de agua, punto de partida para disponerse al bautismo en el Espíritu que otorgará "el que viene detrás de él" y al que Juan considera tan grande que no es digno de quitarle las sandalias. Sólo los que supieron captar el mensaje de Juan fueron capaces de intuir algo de lo que Jesús proponía.



CONTEXTUALIZANDO

El Adviento es una oportunidad más para ponernos de cara a Juan y a Jesús. El uno nos prepara, el otro nos forma de un modo único y definitivo. La formación que Jesús brinda parte de su misma cuna, en la sencillez y en la pobreza como elementos esenciales para captar su mensaje y seguir su camino.
DESAFIOS PARA HACER

  Juan nos prepara para definirnos frente a Jesús; esa definición implica un cambio en nuestra vida, ¿qué es lo que debemos cambiar? ¿Es recto o torcido el camino por donde avanzamos? ¿Por qué? Juan es la antítesis de la sociedad de su tiempo; es decir, no se amoldó cómodamente a las maneras de ser y de pensar de sus contemporáneos, como nos comportamos en el ambiente en que vivimos? ¿hay algo de anuncio-denuncia en nuestra manera de ser y de transmitir el mensaje?
ORACIONES
• Por nuestros grupos y comunidades cristianas para que fieles a la misión que nos corresponde seamos capaces de anunciar el evangelio.
• Por los que trabajan por la paz, la justicia y la prosperidad: para que descubran en su empeño al Dios que se reveló en Jesús.
• Por las comunidades cristianas de todas las confesiones cristianas: para que mientras esperemos la venida de nuestro Salvador, realicemos obras de amor, justicia y fraternidad.
• Por todos nosotros para que este tiempo de Adviento haga resonar en nuestros corazones las palabras de
Juan que nos prepara de verdad a celebrar la llegada de Jesús.


ORACIÓN COMUNITARIA
Dios Padre que nos entregas todo tu amor; ayúdanos para que nuestras palabras y obras muestren siempre
nuestra disposición a practicar la justicia, aleja de nosotros toda actitud de egoísmo y violencia, y haz que el
encuentro que hoy celebramos nos fortalezca en la construcción de tu reino que tú nos pides ayudarte a crear.
Nosotros te lo pedimos por Jesús de Nazaret, hijo tuyo, hermano y maestro nuestro. Amén.


























3er. Domingo de Adviento
Terna III: "Preparando el camino con gozo"


Isaías 35: 1-10
1 Que se alegre el desierto, tierra seca; que se llene de alegría, que florezca, 2 que produzca flores como el lirio, que se llene de gozo y alegría. Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano, tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón. Todos verán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. 3 Fortalezcan a los débiles, den valor a los cansados, 4 digan a los tímidos: "¡Ánimo, no tengan miedo! ¡Aquí está su Dios para salvarlos, y a sus enemigos los castigará como merecen!"
5 Entonces los ciegos verán y los sordos oirán; 6 los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes. 7 EI desierto será un lago, la tierra seca se llenará de manantiales. Donde ahora viven los chacales, crecerán cañas y juncos. 8 y habrá allí una calzada que se llamará "el camino sagrado". Los que no estén purificados no podrán pasar por él; los necios no andarán por él. 9 Allí no habrá leones ni se acercarán las fieras. Por ese camino volverán los libertados, 10 los que el Señor ha redimido; entrarán en Sión con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor. salvarlos, y a sus enemigos los castigará como merecen!"  5 Entonces los ciegos verán y los sordos oirán; 6 los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes. 7 EI desierto será un lago, la tierra seca se llenará de manantiales. Donde ahora viven los chacales, crecerán cañas y juncos. 8 y habrá allí una calzada que se llamará "el camino sagrado". Los que no estén purificados no podrán pasar por él; los necios no andarán por él. 9 Allí no habrá leones ni se acercarán las fieras. Por ese camino volverán los libertados, 10 los que el Señor ha redimido; entrarán en Sión con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor.


Salmo 146:5-10
5Feliz quien recibe ayuda del Dios de Jacob, quien pone su esperanza en el Señor su Dios. 6 ÉI hizo cielo, tierra y mar, y todo lo que hay en ellos. Él siempre mantiene su palabra. 7 Hace justicia a los oprimidos y da de comer a los hambrientos. El Señor da libertad a los presos; "el Señor devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los hombres honrados; 9 el Señor protege a los extranjeros y sostiene a los huérfanos y a las viudas, pero hace que los malvados pierdan el camino. 10 Oh Sión, el Señor reinará por siempre; tu Dios reinará por todos los siglos. ¡Aleluya!

Santiago 5:7 -10
7 pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha, tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia. 8 Ustedes también tengan paciencia y manténganse firmes, porque muy pronto volverá el Señor. 9 Hermanos. no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados; pues el Juez está ya a la puerta. 10 Hermanes míos, tomen como  ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

Mateo 11 :2-11
2 Juan el Bautista, que estaba en la cárcel, tuvo noticias de lo que Cristo estaba haciendo. Entonces envió algunos de sus seguidores 3 a  que le preguntaran si él era de veras el que había de venir, o debían esperar a otro. 4 Jesús les contestó: "Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo. 5 Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. 6 ¡y dichoso aquel que no encuentre en mí motivo de tropiezo!" 7 Cuando ellos se fueron, Jesús comenzó a hablar a la gente acerca de Juan, diciendo: "¿Qué salieron ustedes a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8 y si no, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Ustedes saben que los que se visten lujosamente están en las casas de los reyes.
9 En fin, ¿a qué salieron? ¿A ver a un profeta? Sí, de veras, y a uno que es mucho más que profeta. 10 Juan es aquel de quien dice la Escritura: 'Yo envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino.' 11 les aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.





COMENTARIO

Desde la cárcel Juan envía unos mensajeros para que interroguen a Jesús: "¿eres tú o tenemos que esperar a otro?" La pregunta recoge no sólo la inquietud de Juan, sino también las inquietudes e interrogantes de todos los que en Israel esperaron y siguen esperando al Mesías. A lo largo del tiempo se había tejido todo tipo de descripciones y características ideales sobre el Mesías, no sólo en cuanto al evento  mismo de su llegada, sino en cuanto a su misma misión. Esto dio para que muchos  charlatanes se atribuyeran el título de Mesías, propiciando así los naturales  desconciertos entre la gente.
Con todo, la presencia de Jesús y el  estilo de llevar adelante su misión, desconciertan a Juan y sus seguidores: ¿Dónde están esos signos de Jesús que hacen sentir el "día terrible de Yavé" ¿No tenía que estar cortando de raíz el mal y los malhechores? Consideremos también en la pregunta de Juan, la situación de sus discípulos y de los discípulos de Jesús.
La respuesta de Jesús da a entender hasta qué punto él ha asimilado y en qué medida asume el compromiso mesiánico.
Si nos fijamos bien, antes del relato que escuchamos hoy, están todos los presupuestos o todas las bases sobre las cuales Jesús fundamenta su misión. En el cap. 4 de Mateo nos encontramos con las alternativas más tentadoras que podían haber "facilitado" su misión, es lo que llamamos "las tentaciones de Jesús”
Una vez hecho su discernimiento y haberse decidido por el camino que escogió, Jesús prefiere no estar solo; por eso se rodea de unos cuantos para que estén con él, para irlos formando, para transmitirles poco a poco el espíritu de su misión. Pero lo que en el engranaje narrativo de Mateo representa el punto de arranque de la misión de Jesús es justamente, la explicitación pública de su programa de vida, de su proyecto como Mesías. En la enseñanza del Sermón Jesús recoge lo específico de su tarea como Enviado y a ese proyecto dedica su  vida. El proyecto de Jesús era de un modo muy distinto a la manera como Juan ejecutaba su tarea y como la gente lo esperaba. Era apenas lógico que Juan se inquietara por las cosas nuevas que escuchaba.
Juan sabía que estando en la cárcel cualquier cosa podía sucederle. La situación en la que se encontraba no era gratuita, fue consecuencia de su misma actividad profética en la que tuvo que anunciar y al mismo tiempo denunciar. ¿Será que el Mesías a quien él le ha preparado el camino estará en grado de continuar su obra? ¿Valió la pena desgastar su vida en este trabajo de precursor? ¿No habrá perdido su tiempo?

CONTEXTUALIZANDO

El interrogante de Juan es también para nosotros un motivo para confrontar nuestra vida de fe y nuestra actividad como miembro de la Iglesia. "¿Eres tú Señor?" El Jesús que nos mueve y el que anunciamos, ¿es el verdadero Jesús del Evangelio, el Jesús-imagen del Padre? O ¿echemos concebido a Jesús como el Mesías de la "ira divina" y por lo tanto lo anunciamos como a un ser justiciero y tiránico? Al acercarnos a la Navidad abramos el corazón y la mente a ese Dios hecho Niño que ya en su mismo nacimiento manifiesta amor y misericordia.
DESAFÍOS PARA HACER

Detengámonos un momento en nuestro camino de servicio a nuestro prójimo, tratemos de configurar de nuevo en nuestra vida la imagen de Jesús: coincide esa imagen con la que nos revelan los evangelios?  

Preguntémonos: "¿eres tú, o debemos replantearnos tu imagen?"

    Leamos detenidamente el evangelio de hoy e intentemos hacer un esbozo de la figura de Juan como hombre y como profeta: ¿qué puntos comunes y qué puntos divergentes tenemos con la figura de Juan?

ORACIONES

• Por los que viven sin esperanza o en tristeza, para que la venida de Cristo Salvador los llene de fortaleza y de alegría. ¡Roguemos al Señor!.

• Por nuestros grupos y comunidades, para que a pesar de las dificultades e injusticias que enfrentamos cada día, seamos capaces de sembrar esperanza y luchar con entusiasmo evangélico por un mundo mejor. ¡Roguemos al Señor!.

• Por los que hemos sido "amados a trabajar de manera directa en el anuncio del Evangelio, para que el Jesús que predicamos sea el que realmente
vivimos y seguimos. ¡Roguemos al Señor!.

• Por todas las iglesias que confiesan su fe en Jesús, para que más allá de los intereses de grupo sepamos poner todos nuestros esfuerzos a favor de la paz, la unidad y la fraternidad. ¡Roguemos al Señor!.

ORACIÓN COMUNITARIA

Padre bueno, al acercarnos a la celebración de la Navidad te pedimos que acrecientes nuestra esperanza, para que nunca desistamos del esfuerzo por crear un mundo en el que el amor sea posible. Nosotros te lo pedimos por Jesús de Nazaret, hijo tuyo y hermano nuestro, cuyo nacimiento nos aprestamos a celebrar. Amén. 























4to. Domingo de Adviento
Tema IV: "Viviendo el amor"
Isaías 7:10-16
10 EI Señor dijo también a Ahaz: 11 “Pide al Señor tu Dios que haga un milagro que te sirva de señal, ya sea abajo en lo más profundo o arriba en lo más alto." 12 Ahaz contestó: "No, yo no voy a poner a prueba al Señor pidiéndole una señal." "Entonces Isaías dijo: "Escuchen ustedes, los de la casa real de David. 13 les parece poco molestar a los hombres, que quieren también molestar a mi Dios? 14 Pues el Señor mismo les va a dar una señal: La joven está encinta y va a tener un hijo, al que pondrá por: nombre Emanuel. 15 En los primeros años de vida del niño, se comerá leche cuajada y miel. 16 Pero antes de que el niño tenga uso de razón, el país de los dos reyes que te causan miedo quedará abandonado.
Salmo 80:1-7,17-19
1 Pastor de Israel; que guías a José como a un rebaño, que tienes tu trono sobre los querubines, ¡escucha! ¡Mira con buenos ojos a Efraín, 2 Benjamín y Manasés! ¡Despierta! y ven a salvarnos con tu poder!  3 0h Dios, ihaz que volvamos a ser lo que fuimos! ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo! 4 Señor', Dios todopoderoso, ¿hasta cuándo estarás enojado con la oración de tu pueblo? 5 Nos has dado lágrimas por comida; por bebida, lágrimas en abundancia. 6 Nos has convertido en la burla de nuestros vecinos, y nuestros enemigos se ríen de nosotros. 7 Dios todopoderoso, ihaz que volvamos a ser lo que fuimos! ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo! 17 pero ayuda al hombre que has escogido, al retoño de hombre que tú mismo afirmaste, 18 Y nunca más nos apartaremos de ti. iDanos vida, y solo a ti te invocaremos! 19 0h Señor, Dios todopoderoso, ¡haz que volvamos a ser lo que fuimos! ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo!

Romanos 1: 1 - 7

1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,     2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,     3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,     4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,     5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;     6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;     7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Mateo 1: 18-25
18 EI origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. 19José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. 20 ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. 21 María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados." "Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 23 "La virgen quedará encinta y tendrá un hijo, al que pondrán por nombre Emanuel" (que significa: "Dios con nosotros"). 24 Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y tomó a María por esposa. 25 y sin haber tenido relaciones conyugales, ella dio a luz a su hijo, al que José puso por nombre Jesús.



COMENTARIO

Llegamos al cuarto y último domingo de Adviento. Desde el inicio, la idea que ha atravesado en todo este tiempo en las primeras lecturas bíblicas, ha sido la esperanza confiada, pero activa, de que Dios actúa a favor de los débiles, de su pueblo. Por otra parte, en la lectura de los Evangelios hemos podido contemplar la promesa de Dios hecha realidad, a través de su hijo Jesús. El Evangelio de Mateo nos narra el origen y el nacimiento de Jesús. María estaba desposada con José, pero aún no vivían juntos. Ello indica que estaban en un período que llamaban desposorio o compromiso matrimonial, período que
podía durar de seis meses a un año, tiempo prudente para que el esposo pudiera construir o acondicionar la casa en donde recibiría a su esposa. En el entretiempo, la novia seguía viviendo con sus padres, dependiendo de su papá hasta que pasara formalmente a depender de su marido. La promesa de
matrimonio implicaba completa fidelidad al novio; todo acto
de infidelidad era adulterio, y como tal
podía ser castigado conforme a la ley mosaica.
En estas circunstancias, el evangelio narra que María resultó embarazada; pero aclara diciendo "por obra del Espíritu Santo". El hecho haría sentir muy mal a José; sin embargo, agrega Mateo, que "era un hombre justo, y para no exponerla a la infamia, decidió abandonarla en secreto" . José hubiera podido hacer valer sus derechos y exigir el castigo previsto por la ley; sin darse cuenta, colaboró también con los planes Divinos.
CONTEXTUALIZANDO

El silencio de aceptación de José es la respuesta que Dios nos pide también a nosotros. Le ponemos muchas trabas y condiciones a la obra de Dios. A veces intentamos "corregir" la manera como Dios actúa; no es necesario. Basta que pongamos nuestra fuerza y voluntad al servicio del plan de Dios, lo demás El
sabe cómo lo hace. Aunque en nuestro pasaje se resalta la figura de José en su duda, en su aceptación de ser padre de Jesús y de ponerle el nombre, la verdad es que María, que apenas es nombrada, está también allí recordándonos su actitud de fe
y sumisión a los planes de Dios que
es vida para el hombre y la mujer de todos los tiempos.

DESAFÍOS PARA HACER
En esta última semana de Adviento, trate de hacer una revisión de su vida y su preparación para vivir y recordar el nacimiento de Jesús. ¿Qué implicaciones tiene para usted saber y aceptar que Dios se hizo hombre en Jesús?

ORACIONES
• Por los cristianos de todas las confesiones, para que por encima de nuestros intereses de grupo, seamos
capaces de transparentar en el mundo la presencia única y permanente de Dios.




• Para que nuestra vida personal y grupal sea fiel reflejo del amor del Padre manifestado en su Hijo.
• Para que en estos días de Navidad no olvidemos a los más necesitados de nuestra sociedad.
• Para que la Navidad deje en nosotros frutos de una conversión sincera y de una adhesión incondicional a los planes del Padre. Oremos ...




ORACIÓN COMUNITARIA

Padre bueno y misericordioso, cuando hacemos nuestra propia voluntad nos perdemos, se diluye el sentido de nuestra vida y arrastramos a muchos a la perdición; que al contemplar hoy a María y José obedientes a tu voluntad, sintamos también nosotros el placer y la necesidad de adherir a Ti nuestro ser y nuestra voluntad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.























































Diciembre 24
Terna de Navidad: "Navidad, Paz en la Tierra"
Lucas 2:1-20
1 Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el
mundo. 2 Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. 3Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo. 4 Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea,
y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. 5 Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. 6 y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. 7 y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.
8 Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. 9 De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. topero el ángel les dijo: "No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos:
11 Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor.12 Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo." 13 En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:  
14 "iGloria a Dios en las alturas! iPaz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!" 15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros: Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. "Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. 17 Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, 18 y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. 19 María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente.  
20 Los pastores, por su parte, regresaron  dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como
se les había dicho.

COMENTARIO

Encontramos en el anuncio del Evangelio la noticia más grande que
jamás ha recibido el ser humano en toda su historia: Dios se hace presente entre los seres humanos. Jesús no nace en el templo nació en las afueras de Belén; sus acompañantes fueron los "insignificantes" pastores, pobres materialmente e ignorantes de las leyes sagradas. Sin duda su nacimiento fue desconcertante, pero el anuncio se tenía
que hacer: "hoy les ha nacido... un salvador, el Mesías, el Señor".
El evangelio de Lucas nos habla del nacimiento de Jesús, el Me 'as esperado. En esta narración hay que resaltar: en primer lugar, la marcha de José y de María a Belén, para que se verifique el nacimiento de Cristo; en segundo lugar, los sucesos maravillosos como la aparición de los ángeles, y el cumplimiento de las profecías de Miqueas.
Es frecuente en este período de Navidad decir que Jesús nace en cada familia y en cada corazón cristiano. Esos "nacimientos" no deben dejar de lado que Jesús nació de María en el seno de un pueblo, dominado por el más grande imperio de la época. Si recordamos esto, la venida de Jesús no se convierte en pura abstracción, es la irrupción de Dios en la historia humana. En medio del poder de dominación y la prepotencia de los grandes de este mundo, Dios se revela a los seres humanos en Jesucristo, en Él "se manifiesta la gracia salvadora
de Dios a todas las personas" (Tito 2.11). Debemos aprender a creer en medio de las situaciones que vivimos: constante deterioro de las condiciones de vida del pueblo pobre y excluido, falta de trabajo y oportunidades para muchos, mentiras y maniobras de los poderosos. No es posible separar fe cristiana de la historia humana.
CONTEXTUALIZACIÓN

Hoy es Navidad, generalmente pasamos esta noche en familia, en compañía de todos nuestros familiares. El gozo que experimentamos tiene un sentido muy importante, hoy nuestra paz y gozo se funda en Dios y sólo en Dios. Él es quien ha venido a visitarnos, Él es quien quiso hacerse uno entre nosotros, al extremo de encarnarse entre nosotros. En estos tiempos de tanta incertidumbre, tiempo de guerras y revueltas políticas, tiempo
de violencia
y destrucción, tenemos la esperanza que Dios sigue creyendo en la humanidad, en la historia y en su creación. Por eso hoy, nuestro gozo se llama "esperanza", hoy nuestra paz se llama Jesús.
Se necesita mucha fe para celebrar la Navidad en muchos lugares donde se pasan tiempos difíciles, por eso, José, María y los pastores son el testimonio más grande de fe. Para ellos también fue difícil creer que Dios estaba con ellos. .. pero creyeron y por eso hoy nos llamamos cristianos e hijos de Dios.
En esta Navidad celebremos con fe la presencia divina entre nosotros, celebremos la esperanza que Dios puso en nosotros y tomemos fuerzas para seguir luchando, por hacer presente el amor de Dios quién aún cree en su creación. La Navidad nos descubre quién es Jesús y de dónde viene. El primer mensaje navideño es la entrañable humanidad de Dios, el misterio de Dios hecho ser humano. El segundo mensaje, consecuencia del primero, es la divinización de la persona humana en Jesús. Es la fiesta del optimismo y la esperanza.

La presencia del Señor en nuestra historia es un permanente llamado a ir a las fuentes de nuestra fe. Jesús nació en Belén rodeado de pastores y de animales. Allí, en la marginalidad, el Hijo de Dios se hizo historia, la Palabra se hizo carne.
DESAFÍOS PARA HACER
No nos dejemos llevar por el bullicio de las fiestas, meditemos, oremos y hagamos de esta Navidad una verdadera celebración de la presencia de Dios entre nosotros.

ORACIÓN COMUNITARIA

Gracias Señor por tu inmenso amor, por atreverte a acercarte a nosotros a través de tu hijo para dar verdadero
sentido a nuestra vida. Señor, hoy que reúnes a todas las familias del mundo alrededor tuyo, ilumínanos para comprender tus designios y ayúdanos a formar auténticas familias cristianas, listas para hacer tu voluntad y dar nos sin
reserva a los demás. Amén.

PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN

PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN
Proyecto de la Iglesia Metodista del Perú, este proyecto esta en busca de financiamiento, si deseas más información, escribe al correo metodistamiraflores@gmail.com..

Calendario de actividades de la Iglesia Metodista de Miraflores