martes, 20 de septiembre de 2011

Que motivó el 11 de septiembre?

17/09/2011
por Leonardo Boff
Habría que ser inhumano para no condenar los ataques del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono por parte de al-Qaeda, y sería cruel quien no mostrase solidaridad con las más de tres mil víctimas del acto terrorista.
Dicho esto, tenemos que ir más al fondo de la cuestión y preguntarnos: ¿por que sucedió este atentado minuciosamente premeditado? Las cosas no pasan simplemente porque algunos enloquecidos se llenan de odio y cometen tales crímenes contra sus oponentes políticos. Debe haber causas más profundas que si persisten seguirán  alimentando el terrorismo.
Si miramos la historia de más de un siglo, nos damos cuenta de que el Occidente como un todo, y particularmente los Estados Unidos han humillado a los países musulmanes del Medio Oriente.  Controlaron sus gobiernos, tomaron su petróleo y montaron inmensas bases militares. Dejaron tras de sí mucha amargura y rabia, caldo cultural para la venganza y el terrorismo.
Lo terrible del terrorismo es que ocupa las mentes. En las guerras y las guerrillas se necesita ocupar el espacio físico para triunfar efectivamente. En el terror, no. Basta ocupar las mentes, distorsionar el imaginario e introyectar miedo. Los estadounidenses ocuparon físicamente el Afganistán de los talibanes e Irak, pero los talibanes ocuparon psicológicamente las mentes de los estadounidenses. Se realizó desgraciadamente la profecía que hizo Bin Laden el 8 de octubre de 2002: «Estados Unidos nunca más se sentirá seguro, nunca más tendrá paz». Hoy es un país rehén del miedo que se ha difundido.
Para no dar la impresión de ser anti norteamericano, transcribo aquí parte de las palabras del obispo de Melbourne Beach (Florida), Robert Bowman, que antes de ser obispo había sido piloto de cazas militares y realizó 101 misiones de combate en la guerra de Vietnam. Escribió una carta abierta al entonces presidente Bill Clinton, que ordenó el bombardeo de Nairobi y Dar es-Salam, donde las embajadas norteamericanas habían sido atacadas por el terrorismo. Su contenido es aplicable también a Bush, que llevó la guerra a Afganistán y a Irak, guerra continuada por Obama. La carta, todavía actual, fue publicada en el National Catholic Reporter del 2 de octubre de l998 con el título: ¿Por qué es odiado Estados Unidos? (Why the US is hated?) y dice así:
«Usted ha dicho que somos blanco de ataques porque defendemos la democracia, la libertad, los derechos humanos. ¡Eso es absurdo! Somos blanco de terroristas porque, en buena parte del mundo, nuestro gobierno defiende la dictadura, la esclavitud y la explotación humana. Somos blanco de terroristas porque nos odian. Y nos odian porque nuestro gobierno hace cosas odiosas. ¡En cuántos países agentes de nuestro gobierno han destituido a líderes escogidos por el pueblo cambiándolos por dictaduras militares fantoches que querían vender su pueblo a sociedades multinacionales norteamericanas!
Hemos hecho eso en Irán, en Chile y en Vietnam, en Nicaragua, y en el resto de las «repúblicas bananeras» de América Latina. País tras país, nuestro gobierno se opuso a la democracia, sofocó la libertad y violó los derechos del ser humano. Esta es la causa por la cual nos odian en todo el mundo. Por esta razón somos blancos de los terroristas.
En vez de enviar a nuestros hijos e hijas por el mundo a matar árabes y obtener así el petróleo que hay bajo su tierra, deberíamos enviarlos a reconstruir sus infraestructuras, beneficiarlos con agua potable, alimentar a los niños en peligro de morir de hambre. Esta es la verdad, señor Presidente. Esto es lo que el pueblo norteamericano debe comprender».
La respuesta acertada no era combatir terror con terror a la Bush, sino con solidaridad. Miembros de las asociaciones de víctimas de las Torres Gemelas fueron a Afganistán para fundar asociaciones de ayuda para que el pueblo saliese de la miseria. Mediante esta humanidad es como se anulan las causas que llevan al terrorismo.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Lección liberadora

Léase Marcos 12.41-44
Jesús dijo: ...esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca...
Marcos 12.43 (RVR)
NUESTRA iglesia ofrece una comida de sopas en el otoño. En lugar de cobrar, pedimos una donación voluntaria. Estas donaciones se usan para ayudar a los servicios locales de quienes necesitan pagar la calefacción, alimentos y ropa.
El otoño pasado mientras el aroma de la sopa llenaba el salón, estuve observando lo que las personas depositaban en la canasta de donación. Algunos depositaban un cheque, otros algunos billetes de mayor o menor valor. Sólo unos pocos dieron algunas monedas. Esto me molestó. Pensé que esas personas estaban aprovechándose para obtener una comida gratis.
Se lo comenté al pastor y le pregunté: «¿Cree que debemos sugerir un precio por la comida?». El respondió: «No debemos ni aun mirar la canasta de donación. Una donación significa que las personas dan libremente lo que se sienten llamadas a dar. Quizás necesitan el compartir tanto como la sopa.»
Sus palabras fueron liberadoras. Recordé el relato de la viuda que dio todo lo que tenía: unas monedas. Cada vez que sirvo un plato de sopa, recuerdo la lección de esa noche de otoño: No estoy llamada a juzgar a otras personas por lo que dan.

Sa. Maureen Reeves Horsley (Iowa, EUA)

Pensamiento para el día

Soy responsable de lo que doy, no de lo que otras personas ofrendan.

Oración

Oración: Amado Dios, ayúdanos a dar generosamente y a no juzgar lo que otras personas hacen. En Cristo. Amén.
OREMOS: Por los programas de distribución de alimentos.

PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN

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Proyecto de la Iglesia Metodista del Perú, este proyecto esta en busca de financiamiento, si deseas más información, escribe al correo metodistamiraflores@gmail.com..

Calendario de actividades de la Iglesia Metodista de Miraflores