Léase Romanos 10.10-17
-2ª a los Tesalonicenses 3.13 (NVI)
«AMADO pastor, recientemente encontré una Biblia que me regaló el señor Steckman en el 1959. él era un maestro de escuela dominical en su iglesia. En ese momento yo tenía 13 años y un vecino me llevó a la iglesia. Ahora soy cristiana y me gustaría darle las gracias. Si usted tiene información sobre cómo puedo contactarlo, realmente lo apreciaría. En Cristo, M.».
Mi esposo recibió esta nota en el 2009- 50 años después de que el señor Steckman le regalara la Biblia a esa niña. Al igual que muchos de los héroes de la fe mencionados en Hebreos 11, el señor Steckman falleció sin ver el fruto de su regalo de amor.
Las palabras de 2ª a los Tesalonicenses 3.13 nos animan a perseverar en hacer el bien. Al igual que el señor Steckman, puede que nunca sepamos si hicimos la diferencia en la vida de otra persona. La nota de M, sin embargo, confirma que nuestros esfuerzos no son en vano. Podríamos no ver los resultados durante nuestra vida. Pero, junto con la obra de otras personas, podemos estar seguros/as de que nuestros esfuerzos lograrán mucho. Dios fructificará nuestra obra, aunque esto tome 50 años o más.
Sra. Pam Williams (Pensilvania, EUA)
Oración:
Amado Señor, por favor usa nuestros esfuerzos para compartir tu gracia salvadora. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA Ya sea que lo veamos o no, cada acto de amor produce fruto. |
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